MAX FRISCH
ISBN: 978-84-92837-23-6
PRECIO: 14,33 €
Que exista Dios
cuando deje de haber hombres que puedan imaginarlo o que la bóveda la
inventaron los romanos son cosas que conviene recordar, y con mayor insistencia
cuando es el hombre solo y senil quien las piensa, enfrentado a la antesala de
la muerte, como el anciano señor Geiser.
Aislado del mundo en
su casa del cantón de Tesino, a merced del capricho climático y al amparo de
sus menguadas fuerzas físicas, ya en declive y hacia el abismo, Geiser enfrenta
la soledad más rotunda con la contemplación de los diminutos acontecimientos
cotidianos: la regularidad del autobús-correo, las visitas del investigador
solar, la sopa Minestrone que hay que calentar, la rubia carnicera, la
salamandra de fuego o el viejo gato que ya no caza ratones. Y para asir el recuerdo
de esos fragmentos que componen una vida entera y, en definitiva, los que
constituyen el rastro humano en la historia, empapela las paredes con las hojas
de un viejo diccionario, que le recuerdan cómo eran los primeros pobladores de
los Alpes o cómo se dibuja el segmento áureo: esas cosas que no conviene
olvidar.
El hombre aparece en
el Holoceno
representa un brillante pulso literario contra la soledad y la muerte; es un
tremendo monólogo interior en el que se constata la repetición de los gestos y
el peso inexorable de las horas.
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