RICARDO MUÑOZ FAJARDO
ISBN: 978-84-15074-42-7
PRECIO: 16,30 €
Perú,
1821 y 1822. Las tropas del sublevado general San Martín, sitian Lima. La
guerra civil entre independentistas y realistas, entre rebeldes y fieles a la
metrópoli. La vida, mientras tanto, transcurre, dentro de lo posible, con la
cotidianidad de cada día. Españoles criollos blancos, indios de todas las
etnias, mestizos, negros, mulatos, zambos conforman la sociedad peruana, donde
privilegios y miserias se reparten con la misma disimilitud de siempre. Además,
existen dos tipos de personas: libres y esclavos. La mercancía humana reniega
de su situación, y se escapan: son los cimarrones. Unos hombres se dedican a
recuperarlos, y devolverle la propiedad a su amo. Las andanzas de toda esa mezcolanza
de gentes y, sobre todo, de uno de esos cazadores de esclavos, un antihéroe
absoluto que mata sin remordimientos, se relatan en las páginas que conforman
dos años fundamentales de la historia de una parte de la América que fue
española. Los llamados libertadores también aparecen en las páginas de este
libro, con un espíritu crítico, no por su afán independentista, si no por ser
los artífices de la oportunidad perdida de Hispanoamérica.
ÁLVARO VALDERAS
ISBN: 978-84-15074-13-7
PRECIO: 18,22 €
Tras la muerte de
Franco en septiembre de 1975 y la toma de poder del Partido Comunista, el
servicio secreto franquista en Panamá —igual que en otros países
hispanoamericanos— sigue en activo, sirviendo al gobierno en el exilio. Cuando
empieza el declive de Noriega, en 1988, este trata de sacar 1412 kilos de oro
hacia Ecuador, pero desaparecen. En 2009 se descubrirá la fosa común del
comando que lo transportaba, interceptado por los franquistas, que robaron ese
oro para financiar su red.
En
2009, el general Noriega ha cumplido su condena en USA y podría regresar a
Panamá, algo que no interesa ni a los que le deben ni a quienes estuvieron
implicados con él y ahora ofrecen otra imagen pública. En el marco de la crisis
mundial, el regreso del general y las elecciones próximas, estalla una guerra
de embajadas, especialmente agria entre los dos servicios secretos españoles,
el franquista y el oficial, que responde al gobierno socialista de Rodríguez
Zapatero.
Finalmente,
todas las partes arreglan sus diferencias culpando a la alianza de partidos de
la oposición panameña, encabezados por Martinelli, que pierden las elecciones
pese a su victoria cantada según las encuestas, por su unión con el Partido
Panameñista, fundado por Arnulfo Arias, cuatro veces presidente de gobierno,
las cuatro destituido (incluso alguna antes de subir al cargo), acusándolo de
su influencia nazi y de haber asesinado judíos y esterilizado negros. El pueblo
panameño había olvidado esta parte de su historia y el gobierno se la recuerda
interesadamente, para sacar provecho.
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