miércoles, 10 de marzo de 2010

NOVEDADES DE "EL BUEY MUDO"

La hora 25
Virgil Gheorghi
ISBN-EAN: 9788493778903
Formato: Rústica 14x21
Páginas: 432
Precio: 18,75 €

Una de las mejores novelas sobre la II Guerra Mundial: arrebatadora, sincera, apasionante.
La hora 25 es una de las novelas definidoras de nuestro tiempo, una defensa apasionada de la libertad y de la dignidad del hombre en la que millones de europeos reconocieron su drama y su esperanza. En palabras de Traian, uno de los personajes de la obra, la hora 25 es “el momento en que toda tentativa de salvación se hace inútil”. Es la hora que sigue al momento final, cuando ya no es posible la esperanza.

Son los años de la II Guerra Mundial. La osadía de los malvados recae salvajemente sobre los inocentes. Moritz, uno de estos, será acusado de ser judío por un vecino sedicioso que codiciaba a Suzanna, su mujer. A partir de aquí sufrirá un prolongado ultraje, absurdo hasta el punto de ser propuesto por las SS como modelo del ario a imitar. Precisamente él, que fue acusado de judío.

Sobre una base autobiográfica, C. V. Gheorghiu presenta el drama impresionante de un mundo en el que las formas de opresión se apoyan en la técnica deshumanizadora, en ideologías mesiánicas de signo diverso pero igualmente opresor.

La mirada de un niño
Novela memoria de la guerra civil
Joaquín Aguirre Bellver
ISBN-EAN: 9788493741792
Formato: Rústica 14x21
Páginas: 224
Precio: 14,90€


Una novela deliciosa, sencilla, con el tono adecuado para mostrar la ingenuidad y frescura de las vivencias y emociones de un niño de siete años, de clase media, que vive en el Madrid republicano los tres años de nuestra trágica guerra civil.

“Aquel amigo de mis hermanos que estudiaba en el Pilar sostenía que tanto las derechas como las izquierdas eran una birria impresentable, y que él, si pudiese, sacudiría lo mismo a unos que a otros.
—¿A todos los sacudirías?
—¡Hombre!, a todos, no.
Ponía mucho empeño en que aprendiésemos una música nueva que nos canturreaba con gran secreto; según él, era una música peligrosa: el Cara al sol.
—Que no os la oigan cantar en vuestro barrio, ¿eh?
Una de las cuestiones más complicadas era dónde y ante quién se debía cantar cada himno; hasta cada copla. Porque también había coplas de derechas y coplas de izquierdas, de clase alta, de clase media, de clase baja. Si te equivocabas de auditorio, habías cometido una provocación. Y si cometías una provocación te podía hacer, cualquiera, cualquier barbaridad.
A un chico del coro que estaba ensayando con el padre Bruno, maestro de música litúrgica, las canciones de la misa, le sacudieron una paliza por ir cantando a voces el Tú reinarás. Llegó al colegio hecho no un «corazón santo», sino un cristo. Bueno, pues Josemari y Manolo se pasaron todo el rato, hasta que llegamos a casa, discutiendo si lo habían zurrado por monárquico o por devoto del Sagrado Corazón”.

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