EL DÍA QUE KURT COBAIN CONOCIÓ A WILLIAM BURROUGHS
SERVANDO ROCHA
ISBN: 978-84-92837-68-7
PRECIO: 20,10 €
La leyenda cuenta que «Nada es verdad,
todo está permitido» fueron las últimas palabras que pronunció antes morir
Hassan-i Sabbah, mítico líder de la antigua y oscura secta de Los Asesinos.
William Burroughs, obsesionado con éste, aseguró que la frase era una
contraseña mágica: «Se dice que un iniciado que desee conocer la respuesta a
cualquier pregunta -afirmó en una de sus obras- sólo necesita repetir estas
palabras cuando se duerme y la respuesta llegará en un sueño». A comienzos de
los años noventa, el escritor seguía considerando a Sabbah como uno de sus
mentores. Su escandalosa vida y la radicalidad de toda su obra lo habían
convertido en un símbolo para rebeldes y anarquistas, llegando a ser uno de los
precursores ideológicos del movimiento punk. Entonces, el mundo se rendía ante
Nirvana, considerada la última gran banda de rock and roll y Kurt Cobain, su
cantante, el profeta de una nueva generación.
Tras la muerte del cantante, ocultas
entre cientos de páginas y cuadernos manuscritos, aparecieron cuatro hermosas
fotografías en las que se le veía paseando en compañía de Burroughs. Cada una
de las fotografías, hasta entonces desconocidas, contaban su propia historia.
También encerraban un misterio. Habían sido tomadas en octubre de 1993, cuando
Cobain cumplió su gran sueño: visitar a Burroughs, su mayor héroe y una de sus
más importantes influencias.
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