La
lectura, como el juego, es un entretenimiento. Por este motivo, igual que
pedimos juguetes a los Reyes, pidámosles también libros, que, además de
llenar nuestro tiempo de ocio, nos trasladan a otros mundos y a otras
culturas y nos permiten vivir otras vidas.
A la hora
de elegir, recuerda que el libro tiene que cautivarte y transmitirte algo. Son
más importantes tus gustos que las modas. Además, en los libros, como en
los juguetes, no hay distinciones: los libros de princesas y los de soldados
son tan adecuados para niños como para niñas.
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