En busca de la forma
MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ
«Relee lo que ya hayas leído si quieres comprenderlo», escribe JosephJoubert en 1819, retirado ya de la vida pública y de su agitada vida social y amorosa –«¡Oh!, amigos míos, yo he bebido elamor...», escribirá refiriéndose a su amante del momento, la esposa de Restif de La Bretonne.
Y es que la vida de Joubert, con sus amistades y amores más o menos juveniles, sus funciones públicas en los alrededores de la escena política,sus retiros campestres en busca de la sabiduría, tienen una intensidad (sobre todo en la época en que, provinciano veinteañero que desembarca en París, frecuenta a Diderot, a Grimod de La Reynière, a Restif...) que hace que su biografía proyecte una indeseada sombra novelesca sobre una obra, sus Carnets, escritos entre
1779 y 1824, que, como señala Luis Eduardo Rivera en el estudio que precede a esta edición de «pensamiento sobre arte y literatura», tienen una autonomía propia.
Joseph Joubert, al contrario de lo que pasa con Chamfort, y hasta con Rivarol, tiene voluntad de clásico; no es vitriólico, como el primero, ni tiene la no siempre atractiva altivez violenta y visionaria del segundo. Joubert se interesa por pensar la lengua en la que escribe, su sintaxis, su pronunciación correcta; aboga por la concisión y la forma depurada, por el estilo, al modo de quien talla, si no un diamante, sí cuandomenos una piedra dura. Y por lo que se refiere a su
vida cotidiana, Joubert apuesta por la luz, la confianza en Dios, el disfrute de una dulzura de vivir cifrada en la vida a ritmo lento (hacia 1780) y la condena de los placeres rápidos.
Escribe como aconseja escribir, con tanta claridad que, en ocasiones, sus pensamientos en busca de la expresiónmás exacta, sí, pero también del bon mot más efectista, dan en auténticas lapalizades (perogrulladas) que su firma y la de Chateaubriand avalan.
Prefiere la paz de corazón a las emociones intensas, la sabiduría a la locura, ama el orden, en la literatura y en la vida, y así aparece como un nostálgico del Antiguo Régimen que él ha ayudado a que inicie el viaje hacia el olvido. Joubert fue un revolucionario o cuandomenos un compañero de viaje de los debates encendidos que precedieron a la Revolución, hasta lamuerte de Robespierre. A partir de entonces, Joubert tuvo la fuerza y el talento de ir a contracorriente de lasmodas y maneras de su tiempo, y de esa guisa mostrarse en el secreto
diferido de sus Carnets. "
SOBRE ARTE Y LITERATURA
JOSEPH JOUBERT
TRADUCCIÓN DE LUIS EDUARDO RIVERA
PERIFÉRICA. 112 PÁGINAS, 11,54 EUROS
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