Una novela de culto, una historia que se sitúa entre la realidad distópica que vimos en la película Brazil de Terry Gilliam y el universo infraordinario de Georges Perec.
Entre los archivos del distrito transcurre en un mundo íntimamente asolado y sin nombre, donde John lleva una vida en apariencia banal, organizada de forma extraña en torno a ciertas obsesiones cotidianas: hacer la compra, detectar cuál es la cola más rápida en el banco, ir a la estafeta de correos o evitar a un vecino brutal. Sus tareas parecen insignificantes… hasta que descubrimos que ese mundo se halla bajo el etéreo control de una misteriosa delegación, un amorfo poder burocrático en el que los distritos vigilan a sus habitantes, regulan una sexualidad inquietante y conservan archivos sobre cada uno de ellos.
Llegados a cierta edad, el distrito obliga a todos los ciudadanos a unirse a alguno de los complejos clubes funerarios que parecen ser la columna organizativa de esta sociedad. John descubre que algunas personas están desapareciendo, mientras otras son brutalmente atacadas. De repente, en esas mismas tareas cotidianas que vertebran su vida comienza a intuir los signos de una conspiración vaga y no declarada contra el orden de las cosas, de regulación laberíntica y origen remoto, pero que bien podría estar cristalizando en imperceptibles grupos de resistencia. Solo, miserable y cobarde, John comienza una campaña de microsabotaje para confirmar su intuición y escapar de este mundo.
Entre los archivos del distrito es la única novela de Kenneth Bernard, escritor neoyorquino calificado por el ensayista Richard Kostelanetz de ultime fringe writer: escritor marginal por excelencia. Es Profesor en el Brooklyn Center de la Universidad de Long Island y construye desde los años sesenta una obra imposible de clasificar. Escribe teatro, ficción y poesía, además de colaborar con revistas como Harper’s, Fiction International y Paris Review
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